domingo, 3 de marzo de 2013

Mi mejor momento de Watchmen

A estas alturas está demás criticar o analizar la mítica obra de Alan Moore. Ya se ha derramado demasiada tinta y pixeles examinando y criticando todos los recovecos de esta historia. Lo único que me queda es compartirles lo que a mi parecer, es el mejor momento del comic.

Debo declarar que mi personaje favorito es Dan Dreiberg AKA El Búho Nocturno. Ese patético fanático de la ornitología con impotencia sexual. Según esa descripción puede parecer un tipo que no vale la pena admirar. Pero de todo el grupo de súper héroes (¿O vigilantes?) me parece el más puro. Sin manías políticas, adicción a la violencia, traumas infantiles ni complejo de mesías. Solo un buen tipo que se viste de Búho para ayudar a la gente. Y de ahí proviene el mejor momento de toda la historia. Este héroe jubilado que hace minutos no pudo complacer a una mujer debido a su impotencia sexual, escucha de un incendio. Hay gente que está en grave peligro. Algo hace click en su cerebro. Baja a su guarida y se enfunda su antiguo traje. De pronto desaparece el patético barrigón que se nos había presentado antes y un viril campeón de la justicia emerge. Es el mismo hombre, lo único que lo diferencia es un ridículo traje encima de su piel. Pero la expresión de su rostro y el gesto que hace con la mano,expresan una resolución total. Esa viñeta  (de una obra que se dedica a menospreciar el concepto de súper héroe) sintetiza lo mejor del genero súper heroico.